Mi problema con la poesía
El lenguaje en si ya me genera desconfianza: que algo tan potente como los sentimientos no quede mas remedio que expresarlos con algo tan limitado como las palabras, me descoloca.
Lo hace de por si.
Pero mas lo hace la poesía. A fin de cuentas es el reino del decír sin decir, de la apariencia, de la ironía, del equívoco, de la parábola. del significado oculto, del entre-líneas.
Para entendernos, es como un idioma distinto, pero dentro del idioma que hablamos. Se supone que debería estar a mi alcance entenderlo por el mero hecho de hablar en ese idioma, pero en la práctica no siempre ocurre. Miles de cuestiones martillean la cabeza:¿Qué querrá decir? ¿Me estoy perdiendo algo? ¿Estaré siendo demasiado superficial? ¿Debo interpretar o quedarme en la literalidad? ¿Será eso o lo contrario?
Me genera tal perplejidad, tal sensación de desamparo el acercarme a un poema, que lo hago con mil protecciones. Me es imposible acercarme con el corazón abierto, a sentir, sin mas.
Y eso es un problema. Un gran problema, porque a veces se da el caso de que te escriben cosas preciosas, y la coraza -la maldita coraza- me hace perdérmelas.
Definitivamente es un gran problema, si.
3 comentarios
Santi -
Lamentablemente, algunos nos acercamos a la poesía con Gloria Fuertes, y no distinguimos los versos de las canciones de Nacho Cano...
Roberto A. -
Por cierto Carmen, lo de Raphael... eso es para que lo lean los de su oficina y cada día que llegue al trabajo le pidan a Fernando que les cante a Raphael...
Vesania.- -
te quiero igual... tú cántame esa de Raphael por ejemplo, y se me olvida todo.
:-)