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bambino, el blog de Fernando Tomás.

El twitter y el sado

Leí una vez que lo fundamental para la práctica del sado era que los participantes conocieran las reglas, que estas estuvieran absolutamente pactadas. Y por reglas se entienden tanto la manera de hacer las cosas como los límites de las mismas. No pactarlas a priori es un error de principiantes.

Y dado que la actividad se iba a desarrollar entre gritos y expresiones duras, era necesario que hubiera una regla de salida, una palabra o frase que estuviera absolutamente fuera de contexto (algo del tipo "¡mermelada de fresa!") para que el compañero de aventura te pudiera comunicar que realmente quería parar.

No tener esa vía de escape genera situaciones dolorosas indeseadas.

Photo Joel Peter Witkin

un ejercicio doloroso, ¿verdad?

Me fascina el twitter. No el twitter en si. Me fascina debatir en twitter. Pero para debatir no está el twitter, para eso están los chats, me diréis. ¡No!. El twitter es muy interesante en si mismo y aporta una ventaja que el chat no tiene: el hecho de tener que fijar las ideas en menos de 140 caracteres (140 es el máximo, y además hace falta poner el destinatario, o sea que quedan menos, unos 125 de media) obliga a destilar las frases: eliminar adjetivos, evitar perífrasis verbales, ceñirse al presente, pretérito imperfecto o futuro como formas verbales (nada de verbo haber auxiliar, claro). Obliga a pulir conceptos. Genera frases directas y afiladas como cuchillos. Reduce todo a argumentos desnudos y rotundos.  Requiere de todo un ejercicio mental para estructurar el pensamiento.

Pero la conversación a veces se hace durísima. Y no hablo de insultos ni ataques directos. No. Eso está descartado de mis premisas. Sólo argumentos concentrados. Y sin usar abreviaturas, que es trampa.

Y ¿cual es el problema? Pues el error fundamental de los principiantes en el sado: no le había contado esto a mis parejas de debate. Veía tan obvio que en twitter hay que debatir así (el medio es duro, repito frecuentemente) que ni se me había ocurrido que hiciera falta hablarlo previamente.

Pero hace falta. Primero porque mi percepción del twitter como medio de debate no es única (que todo tiene varios puntos de vista también es algo que repito mucho) Y porque al final se lía el tema, y lo que para mi está siendo una experiencia gratificante, motivadora. Todo un desafío intelectual. Disfrute puro (y duro). Pues puede que para la otra parte esté resultando duro pero desagradable. Y lo peor del todo, sin saber por qué. Y sin ver manera de salir, ya que endurecer el debate, por la misma manera de plantearlo, no es la manera de salir. Es la manera de entrar mas.

Lección aprendida, por un lado. Y disculpas para Chorche, al que me consta que le he hecho pasar un mal rato esta tarde. Pero por otro lado...¿quien se une al club de debate twittero?

2 comentarios

Vesania.- -

aaaagggg
entre la foto y el comienzo del post... es que no he podido terminar de leer...
¡¡¡¡¡Hasta que no me digas que me esperas con un poema y un ramo de rosas, no pienso volver del Pamplona!!! :-)))

¡¡¡no sé que lees por ahí!!!
para disculparte con el Chorche no hace falta poner una foto así, aaaaaaaarrrrrrrrggg

jajajajaajajajajajaajajaja.

Gabriel -

Todo lo que sea debatir, y con unas normas mínimas de respeto, será bienvenido.