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bambino, el blog de Fernando Tomás.

Una ilusión que se deja morir mata mil que están por nacer

Si, un poco ñoño quizá el aforismo que da título al artículo. Pero una verdad como un templo. La primera vez que lo oí fué en un curso de Dirección y Liderazgo, y forma parte de esas cuatro cosas que valen todo lo que ha costado (y sigue costando, que todav ía lo estoy pagando en cómodos plazos) el curso. Algo que todos los que estamos dirigiendo equipos de algún tipo y todos los que tienen contacto cara a cara con el cliente deberían tener en mente.

Hace bien poco la dije como corolario de una discusión y hoy, de nuevo, me viene a la cabeza con la historia que cuento a continuación.

En El Olivar organizan este sabado una actividad, llamada "el día de mi abuelo" en el que se promueve que nietos y abuelos acudan juntos a una jornada de convivencia. En la carta en la que convocaban la actividad había un escueto "Plazo de inscripción: 22 de Octubre".

Mi madre, que cuando lo leyó comenzó a ilusionarse con pasar un día magnífico a solas con mi hija, abuela y nieta las dos, hoy, día 22 de Octubre estaba como un clavo cuando han abierto las oficinas para no quedarse sin plaza.  Y cuando han abierto le han dicho que ya estaba todo completo. Ante su cara de estupor, y cuando les ha dicho que cómo podía ser si el plazo de inscripción comenzaba hoy, su respuesta ha sido un lacónico "Mujer, todo el mundo sobreentiende cuando lee eso que el plazo es hasta el 22 de Octubre, podías haberte apuntado antes, ahora no hay nada que hacer. ¿Algo más?"

El caso es que mi madre ya nos pidió permiso para quedarse con la niña el pasado sábado, y podía haberse intentado inscribir ya en ese momento, pero como persona respetuosa que es, ha esperado hasta la fecha que decía en la carta. Y eso le ha supuesto quedarse sin plaza. Y encima que le hicieran quedar como una tonta en las oficinas del club.

Con lo poco que cuesta hacer las cosas bien -en este caso tan sólo redactar lo que se quiere decir realmente, no dejarlo a la interpretación del lector- pero, sobre todo, con lo poco que cuesta tratar las situaciones con cariño si hay un malentendido, la verdad es que han hecho las cosas bastante mal.

Primero porque el desencanto lleva a la ira y la ira lleva al lado oscuro, y es fácil pensar que se redactan las cosas mal a idea para permitir que sean los que tienen linea directa con el club los que se beneficien de las actividades organizadas con el dinero de todos.

Pero, en todo caso porque la ilusión es sin duda el combustible más poderoso para conseguir que la gente participe en las cosas, y con la desilusión que se ha llevado hoy mi madre, seguro que está valorando a estas horas que para lo poco que pasa por allí y para lo mal que la tratan, igual sería bueno pensar en darse de baja...con lo que al final todo el club acaba perjudicado, al perder imagen,  al perder participantes en las actividades y al ponerse en liza de perder clientes.

 

1 comentario

santi -

Las grandes "entidades" y su "amable" trato a las bases. No sólo matan ilusiones, también se encargan de que nadie que no sea "la cúpula" pueda ser arriesgado, innovador, creativo...
Desengañado, sí, mucho.