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bambino, el blog de Fernando Tomás.

Conociéndome a mi mismo

Esta mañana me he quejado de que me dolía la mano de los puñetazos de rabia que le di al volante el otro día con lo de la multa.

Luego, en el café, y a santo de otras historias, he mencionado que me hice un esguince de tobillo jugando a baloncesto para descargar el enfado que tenía conmigo mismo por haber tenido miedo y haberme salido de un examen en los tiempos de la universidad.

Entonces, una compañera me ha dicho:

-Así que cada vez que tienes un cabreo gordo te autolesionas, ¿no?

Me he quedado un poco sorprendido por el análisis, y sólo he acertado a responder

-No, este, bueno, la experiencia dice que si, va a ser que tienes razón.

Llevo un rato pensándolo, y la verdad es que no es cuando me llevo un gran disgusto,  porque mas disgustos he tenido. Me autolesiono cuando me enfado conmigo mismo.

Una vez descubierto el tema, a ver si aprendo a controlarlo: uf, ¡cómo me duele la mano al escribir esto!

3 comentarios

laMima -

Mi experiencia me dice que resulta más que complicado modificar nuestras conductas irracionales...esas que tenemos por no sé que orden que debe dictar la genética.
Yo, durante un tiempo, contaba hasta 100 antes de estallar en mis monumentales cabreos y la cosa fue caótica: tarde o temprano el vaso rebosaba y solía derramarse con las peores palabras, de forma desmesurada y totalmente fuera de lugar.
Desistí del intento.
Claro que no es lo mismo dar vueltas a la lengua dentro de la boca que liarse a golpes con el mobiliario.
Mira a ver si encuentras término medio hermoso....

D.D. -

Por ayudarte a conocerte más:
También te autolesionas siempre que el Zaragoza gana un título europeo.
Aunque creo que va a ser más habitual que tengas un cabreo gordo...

Nacho -

Me ha encantado esta entrada, Fernando.

Que conste que te sigo aunque no suela comentar habitualmente y hasta creo que me dio rabia lo de la multa del otro día.

Un fuerte abrazo y mucho ánimo