"A unos les llaman gays y a otros pederastas ¿Por qué? ¿No es lo mismo?"

"Cuando yo era niño los llamábamos maricas. En cada pueblo, o en cada colegio había alguno. Unas veces era un profesor, otras veces alguno de los chicos mayores. Me refiero a ese que te rozaba cuando había alguna aglomeración, o aprovechaba cualquier excusa para tocarte.  Ese del que todos huíamos, claro,  no fuera que nos pasara algo mas.

Hoy, a unos les llaman gays y a otros pederastas  ¿Por qué? ¿No es lo mismo? Unas veces se les apoya y otras se les persigue, ¿no es un contrasentido?"

Así me hablaba en confianza una persona ya mayor, hace unos días. Sólo escuchándole entendí muchas cosas, el porqué hay toda una generación en contra de los derechos de los homosexuales y porqué se les ponen los pelos de punta sólo en pensar que los homosexuales (sobre todo los masculinos) puedan adoptar niños.

No es homofobia, al menos no como nos la habían vendido hasta ahora: el odio sin mas por el mero hecho de ser diferente. No, está basada en hechos fundados. En que durante mucho tiempo y en muchos lugares el único referente homosexual ha sido el del abuso. Tanto que para mucha gente significa lo mismo.

No hay que rasgarse las vestiduras con esto.

Pero hay varias cosas que hacer:

• Continuar sin fisuras con el apoyo y el reconocimiento de derechos a todas las personas, sin importar su orientación sexual.

 

• Pero también hay que dejar de arrinconar y estigmatizar sin más a los que muestran tendencias en contra de los derechos de los homosexuales, y tratar de entender el porqué de su postura. Porque puede resultar que, por muy equivocados que estén, estén obrando de buena fe.

 

• Y además, hace falta montar  una gran campaña de educación, no sólo orientada a desacreditar la homofobia como se ha hecho hasta ahora, sino clarificadora y que rompa definitivamente el falso nexo de unión entre ambos conceptos, homosexual y pedófilo, en tantas cabezas.
  

 

Ministerio de Igualdad, de Asuntos Sociales, quien sea. ¿Coge el testigo?

 

1 comentario

[Vesania.- - 30 de marzo de 2010 - 15:58]

A mí también me da mucho que pensar lo que comentas. El problema es que han sido muchos años, y muchas generaciones en las que ser gay, (una palabra que las personas mayores, me he dado cuenta de que no entienden) era sinónimo de "desviado", de personas, sobretodo masculinas, porque las femeninas estaban mucho más ocultas, que iban al roce, que abusaban bajo una sotana de los niños que hubiera a su alcance....

Yo sí me rasgué las vestiduras el otro día al oírlo, y dije, ¿pero cómo puede estar tan confundido por Dios? gay y pederasta no tiene nada que ver, por favor!!!:
Ah, ¿no?, me dijo, ¿y qué es un pederasta entonces?.
Un pederasta es una persona que abusa sexualmente de un menor de edad, sea o no de su mismo sexo.
Hay mucho, pero que mucho heterosexual pederasta, desgraciadamente también... :-(
¿Cómo puede estar tan confundido?.
:-O
Me di cuenta, comentandolo que no es un pensamiento aislado, y da mucho quñe pensar en cuanto a los abusos en los colegios, religiosos, o no...
Esos niños, consideraban que en todos los sitios había "desviados" y que les había caído en desgracia, era un mal que había que soportar, como otros muchos de la época. ¿Denunciar?¿a quien?¿a un sistema que jamás de los jamases les hibiera apoyado sino dado unas buenas azotainas y castigos severísimos por hablar así de un Padre?¿a sus padres?¿personas distantes y severas que jamás llevarían la contraria a un prior de esos colegios?, ¡¡pero si hasta en las fiestas de los pueblos les "tocaban" a la vista de todos, entre las barreras de las vaquillas, y las risas complices de los adultos...

Tristes tiempos, trsites y oscuros tiempos los del franquismo y la postguerra en este país...
¡¡¡cuanta mierda nos queda todavía por levantar!!!¡¡cuanta mierda!!!
:-(