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bambino, el blog de Fernando Tomás.

Los comerciantes del centro

Siempre que se abre una gran tienda en una ciudad, hay voces que claman contra la desgracia que ello supone para los comerciantes del centro...

Démonos una vuelta por el centro y veamos que tiendas están realmente en crisis: tiendas antiguas, que no han invertido en años en mejorar el aspecto, ni la tecnología, ni siquiera en márketing o en formación. Tiendas que no ofrecen ni la calidad, ni el precio, ni el diseño que les demanda el cliente.

En un entorno competitivo como en el que estamos, que nos exige a las personas renovación, formación, flexibilidad, esfuerzo. ¿Por qué deberíamos proteger negocios con aspecto, técnica o productos obsoletos, sólo porque llevan ahí desde siempre? ¿Sólo el trato personalizado merece tanta sobreprotección?  Sólo unos pocos, los excelentes, podrán basar su negocio en eso. El resto tendrán que adaptarse.

Porque las reglas han cambiado.  Si queremos sobrevivir, hay que ser buenos, no basta con ser (ni con estar),  y para ser buenos, hay que competir. Ya es hora de que las cosas sean iguales para todos.  Sobre todo si es para que los consumidores salgamos ganando.

5 comentarios

Fernando -

Hombre, D.D. la tuya es una versión un poco comunista-idealista de la vida. No puede haber de todo en todos los sitios. Y no porque tengan que cerrar, sino porque no pueden ni empezar a competir. Se necesita una masa crítica(yo creo en la Zaragoza de un millón de habitantes, y el gran salto que eso supondrá). No voy por ahí: yo critico el inmovilismo, el verlas venir y no hacer nada, el sólo quejarse o intentar que te indemnicen (y el quejarse porque ahora sólo cambio de coche cada tres años, no como antes, que decía el hermano de un conocido, para evidenciar lo mal que iba su tienda (que era igual que hace 20 años). Sinceramente, no me dan ninguna pena.

(Por cierto, la cartografía la compro en la tienda verde, tienen un plazo de entrega de dos días en mapas 1:25.000 en Zaragoza, si alguien necesita).

D.D. -

Carmen, no has entendido a qué me refiero. No entro en temas de deslocalización, condiciones de trabajo, horarios ni competencias (que da para mucho). Ni mucho menos en subvenciones.
Entro en que estos gigantes, con su marketing bestial, sus precios ajustados, sus economías de escala, hacen que todos acabemos con los mismos muebles, llevando la misma ropa, leyendo los mismos libros, viendo las mismas películas. Resulta que cuando entran en nuestro entorno, acabamos por tener menos donde elegir, porque lo pequeño desaparece al no poder sobrevivir. Con los muebles y la ropa, pues bueno, no me parece una pérdida grave comparado con el ahorro que supone.
Pero en temas de cultura me jode un poquico más, ya ves.
Por ejemplo, tema librerías. En Madrid hay más mercado y pueden existir nichos que aprovechan gente lanzada como La tienda verde o Desnivel para competir con El Corte Inglés, Fnac o Casa del Libro. Se manejan bien por Internet, organizan charlas, editan sus propios libros y tienen cosas muy especializadas. Pero algo así seguramente no puede existir en Zaragoza, porque es 5 veces más pequeño, y con cinco veces menos ventas el negocio se va a pique. Con lo que alguien de Zaragoza se tendrá que joder y comprar lo que hay en la Fnac o el Corte, o buscar por internet (con lo que no puede hojear el libro ni preguntar al barbas del mostrador). Y no hablemos ya de Huesca o Logroño.
Eso es lo que me da pena.

Vesania.- -

D.D.- yo también quiero no tener que luchar contra gigantes, contra la deslocalización en el sector, contra otra gente que sabe muy bien el inglés, o tiene muchas ganas, o vale mucho, o tiene más estudios, o es más emprendedora... Yo también quiero estar sentada tranquilamente en mi sofá, hacer mis justitas ocho horas, y cobrar cada día un poco más, y si la empresa privada me lo quita, que me llenen de subvenciones, ¡¡que contra los gigantes yo tampoco puedo luchar!!!.

D.D. -

Te estás convirtiendo en un tiburón, Bambino.

Igual tienes razón, pero cuando desaparezcan las librería pequeñas y sólo se puedan comprar best sellers, y en el Fnac o el Corte Inglés, me joderá un poquico. Porque me temo que la especialización en muchos casos no dará dinero suficiente para mantener el negocio.
Es difícil luchar contra gigantes.

Agustín -

Realmente, el trato personalizado debería ser una ventaja competitiva por sí misma y por lo tanto no tiene sentido la sobreprotección.

El problema viene cuando el sector está tan acomodado que ni siquiera está en condiciones de ofrecer ese trato (o centrarse en cualquier otra ventaja)... que desgraciadamente es bastante habitual.