¡Qué bien se lo pasan!
Un nuevo ejemplo de en lo que se ha convertido el parlamento.
Cómo se nota que este año no hay (¡milagro!) ningún proceso electoral.
Este año no toca inaugurar, toca figurar, hacer el paripé, salir en prensa, cabrear al contrario, (simular) cabrearse mucho e intentar cabrearnos a nosotros, contra los otros, para que haya tensión en el electorado. Pero sin ser productivos.
¿De verdad hacen falta estos tipos para asegurar nuestra democracia?
Hay que joderse...
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