Lo más relajante de la pesca con caña
Concurso de Pesca en La Pineda
Además de que es difícil sentir empatía por un pez (nos parecemos a ello mas bien poco: tener cara de besugo es sólo un antiguo insulto), lo que hace relajante a la pesca es que los peces no gritan.
Si a otro animal le clavaras un anzuelo en la garganta y tiraras de él para aproximarlo a ti tendrías que escucharte un molesto hi, hi, hi, hiiiiiii si fuera pequeño (un conejo, un pájaro, una ardilla), o un molesto y aterrador grr, grr, grr si fuera más grande (un perro, un jabalí).
Pero con los peces, lo único que se percibe es el chapoteo, nada que crispe los nervios ni te haga sentir demasiado culpable.
(Pensándolo bien, si gritaran, tampoco estarían a salvo: igual no les echaban anzuelos, pero seguro que les pegaban tiros.)
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Vesania.- -