Una boda sin humo
Ayer estuve en una boda sin humo. Y a pesar de los problemas que (se cree) se deberían montar en esos casos, todo transcurrió con la mayor de las calmas. Y con el mayor de los deleites.
Saborear el coctel y la comida sofisticada de La Ontina sin interferencias olfativas fue genial. Hasta tomar unas copas y comenzar el baile sin que te picaran los ojos ni la garganta (y ésto me lo dijo una fumadora) era un disfrute. Evidentemente no se regalaron puros, sino bombones, una opción mucho más sana y suculenta.
Salvo una persona que fue la oveja negra e hizo de su capa un sayo y fumó, en un rinconcico pero fumó, el resto de los fumadores fueron desfilando a la calle cuando lo consideraron imprescindible, pero demasiados sin aspavientos. Desde luego no vi a nadie enfadado por no poder fumar.
A última hora, ya en horario de discoteca, se cambió de ubicación y se permitió fumar.
Pero tal y como se estructuró el tema, todos, sin excepción, disfrutamos del banquete.
Muy recomendable.
5 comentarios
isabel -
-El problema es de educación no de fumar o no, la cuestión es no molestar al que no quiere fumar no hacerle tragar tu humo, este es el problema y como en este país somos como somos, se acaba prohibiendo totalmente y punto
-En este plan de puritanismo mal entendido e interesado al final no podremos ni ofrecer vino ni whiskys ni copas. Que es una boda hombre no una orgía de sexo, alcohol y drogas, al menos la mía....
-Tanto en mi boda como en la de 2 amigas que remomendé, suministraron los habanos, montecristonline.com, me ahorré más de 70/caja (eso si de los mejores habanos) no me gusta hacerle publicidad a nadie pero fueron extremadamente serios y rigurosos y me asesoraron muy bien y creo que se lo merecen, creo que pertenecen a una corporación importante.
Saludos
Isabel
patri -
Fernando -
JoseAngel -
1) Bodas sin humo. Pasamos a...
2) Bodas sin alcohol. Vale, seguimos...
3) Bodas sin sexo! que también seguro que tiene su lado políticamente incorrecto.
luigis -
Yo NO FUMO, pero en las bodas me sueltan un par de puros y me pongo como si llevará catorce cubatas. Y además no doy positivo por más que me hagan soplar.
Con los bombones desconozco si lograré el mismo efecto, quizas si son al licor.
De todas las maneras mi mujer lo agradecera, ella tampoco fuma y no soportaba el rastro oloroso que dejaban los dichosos puros.
Cuando las personas dejamos de lado nuestro egoismo innato podemos convivir sin molestar al que se sienta a nuestro lado.
¡Vivan los novios!