Alóctonos

Hoy he visto en un coche una pegatina que instaba a colaborar en la protección del loro como especie salvaje. Pedía que no comprásemos loros porque provienen muchas veces de caza ilegal y además, pedía que se mantuvieran sus hábitats naturales.

Instantáneamente me han venido a la cabeza esas bandadas de papagayos que se veían de hace un tiempo a esta parte por el parque del Tío Jorge de Zaragoza. Y digo veían porque leí, con profunda tristeza, que se había encargado a unos profesionales su exterminio. Se trata de una especie alóctona, dijeron. Alóctono, de fuera, símbolo de todos los males desconocidos...

Personalmente me gustaba verlos volar en círculos al atardecer en primavera sobre el CPS. Me gustaba el colorido que aportan. Algo nuevo. Diferente.

Como con otras muchas cosas, el ser humano ha elegido de nuevo la opción más fácil: MATAR. Acabar con lo diferente. No sea que contamine lo propio, obviando que el mundo ha funcionado así desde hace milenios, con especies que van y vienen, nacen y se extinguen... Me parece muy bien que se quieran preservar todas las especies, y seguro que hay alguna manera de hacerlo sin matar miles de individuos de otras. Ah, el individuo, cuando se trata de proteger a un grupo, no tiene ningún valor. En ninguna parte. Por mucho que se hable de derechos individuales.

No se porqué, pero todo esto parece una metáfora de la política, internacional y migratoria de los últimos tiempos. Igual, simplemente, es que no nos da para mas la inteligencia. Simplemente eso.

Yo sólo se que he visto una pegatina en un coche y me ha invadido una profunda tristeza."